martes, 21 de marzo de 2017

La Watchtower y el capitán Araña

La Sociedad Watchtower es como el capitán Araña, que embarcaba a todo el mundo y él se quedaba en tierra (dícese del que anima a otros a emprender una tarea ardua de la que él se escamotea).
Embarque de tropas a Cuba (1895)
“Capitanes Araña haberlos haylos en abundancia. Por oficios, los sanadores de cuerpos y de espíritus son los más propensos. Quienes velan por nuestra salud se pasan el día diciéndonos lo que hemos de hacer o no hacer, de tomar o de abstenernos para una vida sana, pero a menudo ellas/ellos son los que peor se aplican el cuento y le pegan a todo indiscriminadamente, sabedores quizá de que no hay historial médico con final feliz.”

¿Por qué la Watchtower es como el capitán Araña?

“Estas cuestiones presentadas al Cuerpo Gobernante no obtuvieron respuesta, sino que tozudamente en tales circunstancias se aplicaba la norma vigente con toda normalidad. Por la razón que fuera, las consecuencias que aquellas decisiones conllevaban para la vida de la gente no merecían consideración a la hora de tenerlas en cuenta y dejar a un lado la “normativa”. En algún determinado momento del pasado de la organización, se había establecido una determinada política en materia de expulsión (muy a menudo con un único autor, alguien completamente aislado de las circunstancias que afectaban al caso) y tal política se puso en marcha. Se adoptó un determinado criterio de actuación y era aplicado a menos que una mayoría de dos tercios se pronunciara en contra. Nada había en las Escrituras que identificara como pecaminoso lo que en todos aquellos controvertidos casos se sometía a la consideración de “merecedores de expulsión”. Era mera cuestión política de la organización. Una vez hecha pública, aquella política se llevaba a cabo por todo el mundo y toda la hermandad había de someterse a ella con todas sus consecuencias. ¿No es lógico pensar que aplican las palabras de Jesús: “Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas” (Mateo 23:4, Biblia de Jerusalén)? Que el lector lo determine. Yo sólo sé lo que me dictaminó la conciencia y el proceder que me sentí impulsado a adoptar.”
CRISIS DE CONCIENCIA. Tradición y legalismo (Pág. 131)

“¿Cuál era el asunto en torno al que se desató esta tormenta recurrente de violencia? Fue la negativa de los testigos a comprar la tarjeta del partido político en el poder. Malawi era un estado de partido único, gobernado por el Partido del Congreso de Malawi a través de su cabeza, Dr. H. Kamuzu Banda, quien era “presidente vitalicio” del país. A los testigos de Jehová que preguntaron, la oficina de la sucursal les informó que la compra de aquel carnet de partido constituiría una violación de la neutralidad cristiana, supondría una transigencia y, por tanto, una infidelidad para con Dios. La posición de la sucursal fue avalada por la central de la organización y presentada en detalle en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. La inmensa mayoría de los testigos de Malawi se adhirieron firmemente a esa posición, incluso a gran coste para ellos mismos.”
CRISIS DE CONCIENCIA. Dos sistemas de reglas (Pág. 170, 171)


Por lo tanto, la Watchtower es como el Araña... y el Araña como la Watchtower: 

El «araña» se aplicaría a los cobardes e interesados «que van, como las arañas, tras la "mosca" (dinero)».
Recuerda en este sentido la Letrillas burlescas de Quevedo: «Mosca muerta, muerta parecía tu codicia cuando hablabas, y eras araña que andabas, tras la pobre mosca mía».

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